Estas piraguas de fibra rebajan el peso de las de madera y, al mismo tiempo, son más resistentes y duras. La fibra, además, tiene una cualidad que la hace muy versátil y aplicable a los más variados usos, es muy moldeable. La tela se encaja en el patrón deseado, ya puede ser el de una pieza de un Airbus o el del casco de una piragua, se le aplica calor y se solidifica con esa forma. Explicado de forma sencilla, el proceso es así.
En Carbures conocemos bien la aplicabilidad de este material, que hemos utilizado en diversos usos: piezas de avión, de coche, de moto, de tren, bicicletas de montaña, vigas y demás.
El piragüismo olímpico y el que practican numerosos aficionados que descienden los ríos de España y de todo el mundo en canoas fabricadas en fibra de carbono es una nueva muestra de la validez del material, de su versatilidad y su fortaleza. La industria lo ha abrazado como una solución para reemplazar ya no sólo los metales, sino también las maderas. Ese es el río por el que nosotros seguimos navegando. Y a favor de corriente.